miércoles, 18 de julio de 2012

Pangandaran (The Green Canyon)


Otro asalto mas y otro nuevo rincón de la Isla de Java conocido, esta vez, por recomendación de Jajang (nuestro chofer para el que no lo sepa) nos bajamos a conocer un poco su tierra, que aunque nació a unos 35 km del destino final, aquí el fenómeno, se conoce la zona como la palma de su mano.


 
Así con mucha alegría y después de un día de mucho curro con reunión de última hora incluida, pusimos rumbo al oeste: Mario, Igor, Angel Efren (Se esta poniendo un poquito pesado y repite las cosas muchas veces. Y todos los días se levanta recordándonos que el 10 de agosto esta de vacaciones y el 24 abandona el País, ya veremos, como siga así, igual se queda dos meses mas y hay que retrasar el bodorrio) y el que se dedica a escribir estas líneas. Dejamos que Jajang condujera y tras repasar nuestras vidas en las 6 horas de coche que nos marcamos, durante el trayecto, hicimos una pequeña escala para coger fuerzas donde no dimos ni una con la selección de la cena, lo raro es ver como Angelito (con lo remilgado que es) no dejaba nada en el plato de un arroz que yo no se lo hubiera puesto ni a las gallinas para comer, menos mal que los entrantes a base de pinchos de cabrito y pollo salvaron un poco la cena.

 
Una vez en Pangandaran, a eso de las 12 o 1, llegamos al "Hotel"(por decir algo), mas que nada porque carente de agua caliente y presión en las tuberías, las sabanas de la cama brillaban por su
 ausencia y solo disponíamos de la bajera y menos mal que no se nos negaron las toallas y el papel higiénico cuando lo pedimos, porque yo me veía haciendo "esfuerzos" nocturnos en la playa. Tampoco nos podemos quejar porque era el único que tenia habitaciones libres y más o menos nos temíamos algo peor a lo que encontramos.


Antes de dormir, salimos un poco a reconocer el terreno y a tomar una Bintang (Bintanch como suele decir el chico de Cuellar), así que nos acercamos hasta la playa que, la verdad y eso hay que decirlo, nos pillaba a dos pasitos del alojamiento y aunque no muy a gusto, pues la música maquina mala, mala, mala que sonaba, no era para estar muy a gusto, nos tomamos una birra y nos fuimos a sobar y coger fuerzas para el día siguiente.


Sin Madrugar demasiado nos levantamos a las 9 para degustar un rico desayuno basado en Plátano frito y café con leche (Angel y Yo) y Arroz frito y café con leche (Mario e Igor). Con unas fuerzas tremendas (y el estomago gruñendo) nos dimos un paseo por la playa, que la verdad tenia una pinta estupenda, donde se mezclaban niños jugando, barcos, mayores, cometas, chiringuitos, puestos de comida y puestos ambulantes y aunque parezcan muchos, dejaban bastante sitio para disfrutar del baño y colocar tu toalla si así lo requerías en primera línea de playa.


 
Terminado el paseo, habíamos divisado una playa que parecía bastante bonita y nos pillamos un barco por unos 6 euros entre los cuatro para que nos acercara hasta ella, y la verdad que no nos defraudo. La playa, mas limpia que la mayoría de las que hemos visto por aquí, era una playa de coral (lo que hace un poco molesto el caminar) pero donde estos chicos disfrutaron de hacer un poco de snorkel (previo pago de 2 pavos por las gafas) y dimos unos paseítos.


 
Cansados de andar por la piedras (la playa era bonita, pero incomoda a mas no poder), nos volvimos para la primera playa (ya era mediodía y había que comer) y nos fuimos a un chiringuito, donde nos tomamos unas Bintang y picoteos unas patatuelas. Terminado el picoteo, intentamos echar una siesta, pero yo la verdad que no estaba muy cansado así que me fui a dar un paseo por la playa, hasta que aparecieron Igor y Angel  y  nos dimos un baño. La verdad que la playa para bañarte era ideal, la arena finísima, ni una piedra, ni una alga y unas olas de esas que hacen que el baño sea divertido y no aguas mansas de esas que parece que te bañas en un lago salado. Los niños castellanos (tan de secano que cuando vemos un charco lloramos) dimos un paso mas en esto del baño y nos alquilamos un body-board (para el que no lo sepa una tabla de la piscina un poco mas grande en la que te tumbas e intentas, sin conseguirlo, coger alguna ola que te arrastre) para rematarnos de cansar.



Terminado el Baño, levantamos a Mario de su siesta (como dormiría con una batería sonando todo el rato al ladito suyo), tomamos una ducha y fuimos a ver el puerto, un poquito la ciudad y a cenar (no muy de remarcar, pues comimos lo que tenían y no estaba bueno), para acabar el día, terminamos en el mismo chiringuito donde habíamos picoteado escuchando un chavales versionar a Bob Marley (a gusto) y tomando una cerveza. No quisimos estirar mas la noche, estábamos cansado y habíamos quedado a las ocho para ir al Green Canyon.


 
Como era de esperar, nos quedamos dormidos y nos levantamos un poquito mas tarde. Jajang, ya esperaba con el coche, así que desayunamos y nos fuimos a ver el Green Canyon, que prácticamente es un paseo en barca con una bonita selva  y unas rocas formando el cañón (claramente que esperabais sino), el caso es que esta gente es capaz de hacer atascos hasta en un rio. El sitio es bonito y agradable, pero su manía de pedir pasta por todo (hasta por querer bañarnos en el rio) hace que pierda un poco encanto. Terminado de ver el canyon, Jajang, nos enseño otra playita de las cercanías, donde aprovechamos para comer algo en un chiringuito donde encontramos un buen remanso de paz y tranquilidad y pusimos fin a nuestro fin de semana, eso si, después de sufrir 8 horas de viaje de vuelta por los benditos atascos de este país.


 
En conclusión, el sito es bonito, pero le hace falta algún restaurante donde se pueda comer, "un mucho" de limpieza (como a todo el país en general) y una buena autopista que acorte las horas de viaje. No lo he dicho, pero la distancia que separa Bandung de Pangandaran es 250 km. Como os digo, un sitio bonito, pero no merece la pena ir solo un fin de semana y es muy difícil aguantar más de un fin de semana allí. No se si volveremos, pero esta claro que no en un par de meses.




Besos y abrazos.

Pd: Sigo sin ver muchos comentarios, y mola que comentéis.


miércoles, 11 de julio de 2012

Foto-Video Jakarta

Bueno gente aqui os dejo lo que nos encontramos por Jakarta.
La cancion que adorna el video responde a la version que hizo un grupo que nos encontramos el fin de semana anterior en Bandung, la chica que lo cantaba se metio dos chupitos de tequila (quiero creer) como el que se toma dos vasitos de agua.
No os aburro mas, click en el enlace, si os gusta pulsais en todos los sitios donde ponga "me gusta" y si os apetece me dejais algun comentario en el Blog que siempre son bienvenidos y se agradace.
Sin mas, FOTO VIDEO DE JAKARTA.

BESOS Y ABRAZOS.

PD: Como no puedo invitaros a nada desde la distancia, 11/07 dia de mi cumpleaños, aceptar este pequeño video como un presente.

lunes, 2 de julio de 2012

Jakarta.

Como  hambrientos de salir un poco de la rutina de Bandung, el Viernes pasado pusimos rumbo a Jakarta, de la que nos separan tres horitas de viaje en las que recorremos  150km, si ya sé que en España esto te puede llevar una hora o como mucho hora y media, pero aquí las distancias se doblan en tiempo por la cantidad de trafico que hay y porque se conduce a una velocidad bastante mas baja que en España. Saliendo de Bandung a eso de las siete de la tarde, llegamos a Jakarta a las 22:00 horas y dejamos nuestros enseres en el hotel que habíamos reservado en el centro de la ciudad (físico más que neurológico). Aseados y dispuestos a conocer un poco la noche de Bandung,  intentamos ir a cenar, y aunque acabamos, por recomendación, en un restaurante con muy buena pinta, solo pudimos tomarnos un par de cervezas, pues cuando llegamos la cocina estaba cerrada y no nos quedo mas remedio que acudir a lo único abierto en ese momento una triste hamburgueseria de cuyo nombre no quiero acordarme, por lo que el bajón que nos dio fue de primera y solo nos quedaron ganas para tomar una copita en un antro inhóspito (mas que nada por la música y el ambiente, estaba lleno de zombies) y volvernos al hotel para coger energías para el día siguiente.

A un viernes decepcionante, le siguió un sábado eterno, a las nueve y media de la mañana estábamos cogiendo fuerzas en el restaurante del Hotel y dispuestos a darnos un bañito en la piscina. Así que una vez bañados comidos y acicalados, salimos del Hotel, lo primero que llamo nuestra atención, ya desde la ventana de la habitación era el tremendo atasco que había en las calles, así que cuando salimos lo hicimos dispuestos a caminar, pues era la mejor forma de desplazarse en ese momento. Nuestro primer destino era el monumento nacional a la independencia o libertad del país, un monumento dentro de un gran parque donde se concentra un gran numero de personas para visitarlo y admirarlo. El monumento se puede visitar por dentro y subir hasta lo más alto del mismo, pero en nuestra opinión, no merecía la pena las cuatro horas de espera, así que después de echarle un ojo y refrescarnos un poco, pusimos rumbo al barrio viejo de Bandung, que es como le llaman por aquí.

Después de llevar un rato caminando por una de las calles principales y hartos del ruido y la polución, empezamos a callejear para descubrir esa parte de las ciudades que no aparecen en las guías y que realmente te enseña como vive la mayoría de la gente en Jakarta. La mayoría de las calles por las que pasábamos eran muy estrechas con un sumidero a un lado de las calles o dos en algunos casos, en algunos momentos el olor se hace irrespirable y la suciedad abunda bastante, pero aun con todo esto, creo que es maravilloso pasar por allí y merece la pena el encontrarte a gente que con tan poco es feliz y cuando te ven pasar sonríen y te saludan, impresiona, te mientras paseas piensas en el montón de comodidades que tienes y de las que seguramente muchas no serás capaz de deshacerte y que esa gente con una casa de apenas 4 metros cuadrados donde duermen tres o cuatro personas, y con unas condiciones tan malas, te muestran una sonrisa de oreja a oreja cuando pasas y en ningún momento te piden dinero o mendigan o nada, solo con tu saludo y tu sonrisa parecen tener suficiente. Mientras en Bali, me llegue a sentir agobiado por la gente que esta pidiendo o intentando sacarte dinero, aquí te sientes observado (normal cuatro pieles españolas paseando por las calles menos frecuentadas de Jakarta, es como para que la gente te mire) y nada mas. Nuestro transito por estas calles duro unas dos o tres horas, donde en algunos momentos me llegaba a recordar esos días en el Pueblo cuando estabas jugando en la calle.  Angelito se queda mirando como alucinando a unos gallos que hay en la calle y me parto, porque les hace fotos como si nunca antes hubiera visto uno (los años en la capi le pasan factura), el me lo recrimina, y claro, yo le contesto, que en Casarejos era normal ver gallinas y gallos por la calle, hace años y  bueno en Matute menos tiempo si cabe (estos de ciudad son la hostia).

Finalmente salimos de  estas calles para darnos de bruces con la estación de tren de Jakarta que marcaba el punto de llegada al Barrio viejo, aquí en el centro del Barrio, podías ver como tenían montado un mercadillo, donde te hacen un tatuaje o te venden un collar o un reloj, o te alquilan una bici. Cansado pasamos a tomarnos una cerveza y a comer un poco en el café Batavia, que invito a conocer a todo el que pase por aquí, un café de estilo colonial con música en directo y donde te ponen una comida riquísima, nosotros degustamos una ensalada y unos "fritos" del país.  Otra vez con fuerzas, nos dimos una vuelta por el puerto donde nos encontramos con los cargueros típicos de la Isla mis tres valientes acompañantes accedieron al interior de uno por una pasarela que no era mas que un madero. El puerto no deja de ser un dique de carga y descarga sin mucho mas que ofrecer, pero que si indican como lugar de turismo en las guías (la impresión me queda que no estuvimos donde dice la guía, pero habrá tiempo de averiguarlo).
Con la noche encima (no olvidéis que aquí a las 18:00 horas es de noche) cogimos un Taxi para volver al hotel, a donde nos costó llegar como una hora con un taxista un tanto esaborío que nos dejo la asquerosa imagen de en mitad del trayecto abrir la puerta y dejar un pollo en el suelo que ríete tu de los gallos que habíamos visto antes, ¡madre mía que cercado!, entre eso y el estrés que el producía el atasco, aquí mi niño de Cuellar llego un poco mareado al hotel (ya sabéis los que lo conocéis que es un poco flojillo).

Como no queríamos quedarnos con las ganas de salir un poco de juerga por Jakarta, pues nos compusimos y otra vez a la guerra, pusimos rumbo a un centro comercial para cenar en un restaurante denominado Social House que, esta dentro del denominado Triangulo de oro de la ciudad, que es como el centro financiero, donde la ciudad cambia completamente su estilo y te encuentras rodeado de grandes rascacielos y amplísimas avenidas, con grandes aceras y todo limpio. El restaurante, recomendado por una de nuestras compañeras de Accenture de Jakarta (Mita), la verdad es que nos dejo con muy buen gusto, y donde pudimos degustar unos platos variados como croquetas de pollo o un pato con arroz todo muy rico.

Desde el restaurante y dispuestos a terminar con la noche, nos fuimos a un Pub (no recuerdo muy bien el nombre, era en un hotel, pero yo para esto de los nombres soy malísimo) donde nos encontramos con un grupo de música en directo muy bueno y pudimos degustar unos copazos, mientras nos descojonábamos un poco de lo "piripis" que estaban los Australianos que por allí se veían, MADRE MIA!!!  QUE TIOS!!!, lo mejor era cuando te venían a hablar y no te enterabas ni una mierda, eso si, les chocas la mano y se van siguiendo su camino mas alegres que "el bomba". Entre Australianos, Italianos, algún Alemán y Francés, fue desfilando la noche en la parte mas "Europea" de la ciudad y una vez que habíamos bebido lo suficiente y conversado alegremente  con la gente que por alli deambulaba y que nos invitaron a abandonar el local (sino supongo que allí seguiríamos) pues pusimos rumbo al hotel para descansar un poquito y al día siguiente afrontar el viaje de regreso a Bandung, aunque seguramente volveremos a este lugar, y aunque ya sé que corro el riesgo de caer en lo repetitivo, alucino con los contrastes que se dan en este país.

Besos y abrazos.

Pd: Si, a la gente del curro os debo una entrada con el día a día, lo sé.

Pd2: Supongo que os montaré un pequeño video con las mejores imágenes sacadas de Jakarta.